Filosofía 2.0: la Filosofía en las redes sociales
La consideración social de la Filosofía no pasa por sus mejores días. Los jóvenes entienden por Filosofía aquellos desvaríos mentales que cuatro porreros se encargaron de sistematizar y escribir en libros. Paranoias totalmente alejadas de la realidad y que nada tienen que ver con lo que nos preocupa en el día a día.
Hemos llegado a un punto en el que el ejercicio más propiamente humano, la reflexión filosófica (que es, en última instancia, la búsqueda de la verdad) es considerada por los más jóvenes como algo totalmente ajeno a sus vidas, una pérdida de tiempo. Antes, sin embargo, la adolescencia consistía precisamente en la búsqueda desesperada de respuestas a problemas universales: el de la propia subjetividad (quién soy), el de la realidad exterior (cómo es el mundo que me rodea) y el de una realidad superior (si existe o no aquello que llamamos Dios).
Las redes sociales son la confirmación de un paradigma social sin precedentes: somos la generación menos preocupada por la reflexión, sin embargo, todo el mundo parece tener algo que opinar en las redes sociales. Además, se ha instalado la mentira que dice que toda opinión es igualmente respetable y que no hay una que valga más que la otra (estragos del relativismo...)
Así que dicho esto, y entrando propiamente en el tema a tratar (cómo se trata la Filosofía en las redes sociales), no resulta extraño que la Filosofía sea uno de los temas menos relevantes en el marco de las redes sociales. La gente opina, y lo hace con mucha frecuencia y sin ningún tipo de rigor intelectual. Vivimos en la era de los 140 caracteres, de los mensajes instantáneos, de las falacias asentadas y los argumentos precocinados para tu consumo. No hay sitio ya para la reflexión ni para argumentos fundamentados, y si lo hay, las redes sociales no parecen serlo.
En las redes sociales es muy sencillo publicar contenidos, cualquier persona puede compartir imágenes, vídeos u opiniones sin ningún tipo de filtro. Sin importar su cualificación sobre el tema sobre el que está opinando.
Las redes sociales nos muestran las preocupaciones diarias de la gente y estas están muy alejadas de las reflexiones filosóficas. Sin embargo, en los últimos años han surgido dentro de las redes algunas cuentas con carácter filosófico. La filosofía online se ha instalado tradicionalmente en blogs, revistas especializadas y demás espacios que trabajan fundamentalmente con texto. Sin embargo, algunas cuentas de instagram (como frases_filosofia) o Twitter (como FIL0S0FIA) son un claro ejemplo de cómo el pensamiento filosófico puede hacerse más accesible a través de las redes sociales, haciéndose más visual y simplificándose.
Dice el refrán popular que si no puedes con tu enemigo, únete a él. Las redes sociales no son un enemigo de la Filosofía (aunque está claro que tampoco son una plataforma idónea para esta) sino que la propia sociedad se ha erigido como enemigo de la Filosofía. No podemos ignorar el poder que las redes sociales tienen sobre la vida de las personas ni la influencia que ejercen en su manera de pensar. Es por eso que la Filosofía tiene que tratar de adaptarse a estas redes para hacerse más accesible al usuario medio.
