Filosofía y redes sociales, la conexión

Vivimos en una era tecnológica, donde todo es más fácil, inmediato y la información está en el aire, está en internet. Tenemos mayor acceso a esa información, aunque esta no siempre sea buena, y vivimos bombardeados por estímulos multimedia y relaciones virtuales con las que interactuamos con gente que vive en las antípodas o donde sea. Internet rompió los límites de la distancia y las culturas, la globalización ha acercado más la humanidad, vivimos una época digital en la cual lo normal es estar conectado.

Este fenómeno no podía ser pasado por alto. Las cuestiones trascendentales también se ven en la cosas más simples y cotidianas como en Instagram. Ahora las cuestiones vitales también tratan de escoger una foto de perfil, qué biografía escribir en Twitter o en qué fotos etiquetarse en Facebook.

D. E. Wittkower es profesor de Filosofía y Estudios interdisciplinarios en Coastal Carolina University, él mismo afirma que “cualquier cosa con el nivel de participación global de Facebook merece algo de atención. Para algunos expertos, Facebook es un ángel y para otros, un demonio; algunos lo consideran una emergente aldea global, y otros, un generador de soledad y aislamiento; unos creen que es una oportunidad para hacer crecer las relaciones sociales, mientras otros lo ven como un modo de alimentar la vanidad y el narcisismo”.

D. E. Wittkower, filósofo, tras estudiar a Aristóteles y su concepto de amistad, cree que Facebook es un lugar donde se podría cultivar una amistad de utilidad o de placer, pero nunca amistad pura como tal. Este contacto virtual no es suficiente para establecer entre ambas personas una verdadera amistad. Es más, aumentar la lista de amigos en Facebook nos roba un tiempo muy valioso que podríamos estar dedicando a hacer amigos de verdad.

“Facebook es gente, gente que conoces muy bien, y gente que no conoces de nada, alguien que fue tu mejor amigo en quinto grado y luego se mudó a 900 kilómetros, gente que acabas de conocer, gente con quien trabajas o gente a quien solo has conocido en Internet. Esto explica que algunos odien Facebook y otros lo amen. La gente no es siempre divertida. Cuando miramos a los amigos como una fuente de diversión y les pedimos: ‘Estoy aburrido, hazme reir, haz algo divertido’, nos estamos asegurando la frustración. Otra cosa sería decir: “Estoy interesado en saber lo que te está pasando por la cabeza en este momento, ¿me lo cuentas? ¿te cuento lo mío?” D. E. Wittkower

Más filosofos hablan de esta famosa red social. Platón dijo una vez: "La vida debe ser vivida como un juego", y así considerán que debe ser usado Facebook los filósofos Anthony Beavers y Tamara Wandel (profesores de Filosofía y Comunicación en la Universidad de Evansville): “La posibilidad de exagerar, gritar y jugar a quien realmente no somos ayuda a mantener el espíritu de juego que nunca debimos haber perdido. Si aceptamos que nunca dejamos de aprender, por qué negarnos a experimentar otros roles y nuevos personajes.”

Las redes sociales y la tecnología están más relacionados con la filosofía de lo que pensamos, y es que hoy en día vemos la filosofía como un bloque de saberes que estudiar, cuando la filosofía es algo más que teoría, es práctica, y se ve y se aplica en la vida ordinaria, hoy en día, en la tecnología porque esta sigue estando manejada por hombres.